De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Pol-Osteg es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
Pol-Osteg basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
El logo Pol-Osteg está ejecutado con tanta precisión que no resultará jamás un problema colocarlo.
Pol-Osteg cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.