Muestra ideal para ejemplificar las bases gráficas que sustentan un logotipo bien hecho.
James Coney Island basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, James Coney Island es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.