De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Freud es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Freud es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
Freud cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.