La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Eurovision Song Contest 1993 es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
Eurovision Song Contest 1993 cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.