Salt Lake 2002 basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Salt Lake 2002 es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
El logo Salt Lake 2002 está ejecutado con tanta precisión que no resultará jamás un problema colocarlo.